
Declaración 2020-2022
OCHO COMPROMISOS CON NUESTRAS COMUNIDADES
La pandemia desatada por el Covid-19 ha generado incertidumbre a todos los niveles y ha complejizado aún más situaciones sociales de tipo estructural impactando a millones de personas en toda América Latina y el Caribe. Estas situaciones inciden con mayor fuerza en las poblaciones más vulnerables, no solo por condición socioeconómica, sino también por género, curso de vida, identidad sexual, pertenencia étnica, creencias religiosas o espirituales, situación migratoria, entre otras.
El mundo ha experimentado históricamente transformaciones sociales de singular envergadura donde la pobreza, la desigualdad, la inequidad y la violencia impiden un desarrollo humano digno y sostenible. La pandemia y la post pandemia exacerban la desigualdad y se presentan en la vida cotidiana de hombres y mujeres, en sus dinámicas familiares, en sus labores, en la pérdida de límites de la esfera pública y privada y en la complejidad de los estados para dar respuesta a las actuales y emergentes necesidades.
Las comunidades en las que YMCA desarrolla sus acciones han sido severamente impactadas y expresamos nuestra solidaridad con todas las personas de América Latina y el Caribe a las cuales, esta pandemia ha cambiado sus vidas y las de su entorno más cercano. El movimiento YMCA de América Latina y el Caribe asume esta situación como desafío para contribuir a la transformación social que mejore la calidad de vida de las personas y nuestras comunidades.
EDUCACIÓN
Fundamentos de la Declaración
1. La YMCA es una organización de nivel internacional, arraigada en las comunidades a las que sirve, con fundamentos cristianos basados en la expresión del amor en la justicia, la solidaridad y la reconciliación y llamada a construir condiciones en pro del bienestar y el desarrollo integral en espíritu, mente y cuerpo de todo ser humano, dentro de entornos seguros y generadores de talento.
2. La YMCA se adhiere a la Declaración Universal de Derechos Humanos a partir de una lectura crítica de la realidad, un análisis de las estructuras de poder y con la plena convicción de que un mundo mejor es posible en dónde cada persona ejerza sus libertades en igualdad de condiciones y oportunidades. El trabajo de YMCA sobre los Derechos humanos se sustenta en su compromiso con las juventudes y el medio ambiente para que sean las juventudes quienes construyan comunidades, justas, equitativas y sostenibles.
Nuestro Compromiso
La YMCA basa su accionar en la promoción del desarrollo holístico de las personas, comunidades y sociedades basado en los principios de la equidad, la paz, la justicia, la igualdad de oportunidades y el sentido de pertenencia. Reafirmamos el empoderamiento de las juventudes como nuestro propósito para que sean las juventudes quienes lleven adelante las transformaciones que el mundo requiere. Como organización comprometida con las juventudes, las comunidades y las realidades de nuestros contextos estamos llamados a:
1. Trabajar por la reducción de la desigualdad y la injusticia, así como por la promoción de factores protectores en el desarrollo personal, el fortalecimiento de las familias y las comunidades.
2. Trabajar sobre la ética del cuidado de sí, de los otros y del entorno que integra las apuestas por una ética cívica universal. Una ética de los máximos, el cuidado de sí, de los otros y de la causa común.
3. Promover la reconstrucción del tejido social como factor protector y de potenciación de oportunidades contribuyendo con el trabajo y apoyo psicosocial de acuerdo con las necesidades e intereses de la población que se atiende y apuntando a la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como visión mundial transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental del planeta.
4. Desarrollar procesos y acciones orientadas al fortalecimiento de la salud emocional y mental.
5. Generar espacios seguros y abiertos de escucha y conversación para estudiar el pasado de manera honesta, reconstruir nuestra memoria desde las bases y tejer nuestro presente y futuro desde la participación genuina de toda la ciudadanía.
6. Contribuir con la generación de procesos y escenarios de formación y exigibilidad de derechos, promoviendo discusión, reflexión y elaboración de propuestas de incidencia en políticas públicas que sostengan como premisa abrir espacios para empoderar a las juventudes y a las comunidades donde se trabaja.
7. La YMCA debe abogar para que desde las autoridades se impulsen proyectos educativos, sociales, culturales, productivos, para que, como consecuencia de estas condiciones, las juventudes y sus familias no caigan en situaciones que agraven sus condiciones sociales y económicas.
8. Promover la integración entre líderes juveniles de la región, fortalecer redes y alianzas e incentivar el trabajo colaborativo para dar soporte a la atención de las diversas necesidades que los contextos locales requieren.